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Competencia Intercultural

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Según la definición de la UNESCO (2019) la competencial cultural se refiere a «la capacidad de comprender, apreciar y trabajar con personas de diferentes culturas y perspectivas culturales, y de responder de manera efectiva y apropiada a situaciones interculturales. Incluye habilidades para identificar y desafiar prejuicios culturales y estereotipos, y para reflexionar críticamente sobre la propia cultura y su impacto en la percepción de otras culturas”.

Los cuidados culturalmente sensibles implican unos conocimientos básicos y unas actitudes constructivas hacia otras tradiciones de salud y hacia las necesidades culturales, religiosas y lingüísticas de otras personas.

Tener algunos conocimientos sobre la cultura a la que pertenecen las personas a las que se asiste puede ser un gran facilitador para la comunicación, el establecimiento de confianza y, finalmente, el éxito de la asistencia prestada. En este sentido, pueden servir de apoyo trabajos realizados en contexto español como el Manual de interpretación y mediación intercultural en el ámbito sanitario (Salud entre Culturas, 2019) o la Guía de gestión de la diversidad religiosa en los centros hospitalarios de 2011.

Otro recurso de interés es este Decálogo de Buenas prácticas en mediación intercultural en Salud (Salud entre Culturas, 2023).

El Modelo Explicativo

Si bien puede ser faciitador contar con nociones sobre la cultura a la que pertenecen aquellas personas a las que se asiste, ningún proveedor de asistencia sanitaria puede estar familiarizado con todas y además existen variaciones entre las comunidades de una misma cultura.

Por ello, es siempre recomendable preguntar a las personas migrantes, desde el respeto, cómo entienden su propia salud y bienestar, cuáles son sus prácticas en salud -sin obviar el papel de la medicina tradicional- y cuáles son sus expectativas de asistencia y tratamiento. De esta forma se podrá dialogar y negociar.

El modelo explicativo es un modo práctico de hacerlo, y puede ayudar a los proveedores de atención de salud a no aplicar estereotipos culturales.

Entre otras, se pueden formular las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuál es el problema? ¿Cómo lo describiría con sus propias palabras?
  2. ¿Cuándo comenzó el problema, y de qué manera?
  3. ¿Por qué cree usted que el problema comenzó en ese momento?
  4. ¿Cómo le afecta este problema?
  5. ¿Qué es lo que más le preocupa del problema?
  6. ¿Qué tipo de asistencia desea recibir de los proveedores de atención de salud?
  7. ¿Hay algún tipo de tratamiento particular que, a su juicio, debería recibir? ¿Qué espera del tratamiento?

Ante prácticas culturales que puedan afectar a su salud, evitar los juicios morales y las muestras faciales de rechazo y desaprobación, y tratar de entender las razones que las motivan. Asegurar que entiende y acepta el diagnóstico de su situación de salud y las pautas de tratamiento.

Ventajas de la competencia cultural en la Atención Sanitaria

Como señala el Manual de Atención Sanitaria a Inmigrantes de Andalucía (2007), la competencia cultural no sólo contribuye a una mejora en el proceso de los cuidados en salud y a una mayor satisfacción del paciente, sino que también puede ser coste-eficiente y efectiva debido a que:

– Permite al profesional obtener una información más específica y más completa para hacer un diagnóstico más apropiado.

– Facilita el desarrollo de planes de tratamiento seguidos por los usuarios y apoyados por sus familias.

– Reduce los retrasos en la atención sanitaria y permite un mayor y mejor uso de los servicios sanitarios.

– Hace hincapié en la comunicación y la interacción clínica entre el paciente y el profesional.

– Hace hincapié en la compatibilidad entre la medicina occidental y la medicina alternativa.